Redacción: María Luz Domínguez
El Real Madrid ha dado un importante paso en la competición europea tras conseguir esta tarde la victoria ante Unics Kazan por 77 a 81. Los blancos tuvieron que trabajar mucho para conseguir ganar a un Kazan muy sólido liderado por Langford (20 puntos). Doncic fue una vez mas el líder del equipo en cuanto a dirección del juego y el máximo anotador fue Randolph con 19 puntos.
El Real Madrid llegaba a Kazan con las bajas de Rudy y Thompkins en un partido nada fácil ante un rival que empezó muy enchufado en los primeros minutos del encuentro llegando a tener hasta ocho puntos de diferencia máxima. Las transiciones rápidas de Unics hacían mucho daño a los blancos. Langford demostraba porque es el máximo anotador en la Euroliga anotando tanto en la zona como desde el 6,75. El Madrid estuvo muy errático en ataque hasta la salida de Ayón. El pívot mexicano aprovechaba bien las asistencias de sus compañeros y el Madrid lograba acercarse en el marcador al final del primer cuarto. (18-17). Los locales no bajaban el ritmo al inicio del segundo periodo. Los madridistas trabajaban bien para no permitir que Kazan se fuera en el marcador. La salida de Randolph dio al Madrid más dominio en la zona y consistencia en defensa, dejando uno tapón espectacular a Williams. Los blancos remontaban y se marchaban en el marcador gracias en parte a un alto porcentaje de tiros de 2 (71%) Los madridistas jugaban sus mejores minutos antes del descanso (36-43 min 20.)
No le vino nada bien el parón al Madrid. A pesar de los triples de Maciulis y Reyes los de Laso se fueron atascando a nivel ofensivo. Unics fue de menos a más y comenzó a dominar el juego. Langford repartía juego y Parakhouski y Colom sumaban puntos para ponerse por delante en el luminoso al final del tercer periodo (59-57). Todo por decidir estaba al inicio de los últimos diez minutos. Los dos equipos anotaban con cierta facilidad y el marcador estaba ajustado hasta mitad del cuarto. Hunter anotaba bien en la pintura, pero el Kazan daba respuesta a las canastas blancas. El Madrid ajustaba la defensa y conseguia robar varios balones. Los triples de Draper y Randolph daban ventaja de 8 puntos que los blancos gestionaron bien para llevarse la victoria final por 77 a 81.