Redacción: Jorge Gómez-Manzanilla-Abel Alaminos-Pedro Cánovas/LaNocheDelDeporteEspañolTV-deporteolímpico.net-blogolímpico.com/ Imágenes: LaLigaSports
Al igual que Natalia Vía-Dufresne, la benjamina del grupo que lograría la medalla de Plata y Carolina Pascual, la gimnasta de 16 años que también logró colarse con su medalla de Plata entre las poderosas rusas, el benjamín del equipo español, Faustino Reyes con apenas 17 años recién cumplidos lograría una medalla de Plata en el peso Pluma, una medalla donde sin duda, gran parte del culpa fue del tremendo esfuerzo realizado por el propio púgil pero también por su entrenador, Fernando Serra que obligó al bueno de Faustino a no abandonar los estudios y a compaginar boxeo con los mismos y obtener el título de Graduado Escolar.
A la par que lograba su título de Graduado Escolar, el púgil sevillano lograba con 14 años ser campeón de España juvenil y posteriormente, absoluto mientras buscaba ser becado e incluido en el preolímpico logrando superarlo sin problemas.
Sólo una derrota y la ilusión de participar en la olimpiada de Barcelona, Faustino que desfiló por detrás del abanderado español, el Príncipe Felipe, actualmente, el Rey Felipe VI compitió en el peso Pluma y dispuesto a dar la talla ante el público español.
Un manojo de nervios en su primer combate ante el británico Brian Carr pero al que ganó con autoridad.
En segunda ronda le esperaba el tailandés Kamsik, uno de los favoritos a medalla pero que vio como un torbellino español le superaba por nueve puntos de diferencia, un Kamsik que cuatro años más tarde fue Oro Olímpico en Atlanta 1996.
Dos grandes combates para medirse en Cuartos de Final al cubano Eddy Suárez y como tal, un enorme peso en el boxeo olímpico. Sin duda, el combate más duro de todos que cayó del lado español, de un Faustino que celebró una medalla asegurada con un abrazo con su entrenador, Fernando Serra, el otro gran culpable de la medalla.
En la final y ante el alemán, Andreas Tews, más experimentado en estas situaciones. De hecho, los nervios de Reyes le jugaron una mala pasada dejándose la mitad de la ropa y su protector bucal en la Villa Olímpica siendo el cubano Lemus el que le ofreció el suyo, claro de diferente tamaño al del español, más grande y que por lo tanto, le bailaba en la boca.
Con todo el pabellón olímpico de Badalona a reventar y con la presencia del Rey Juan Carlos que ya estuvo también en la semifinal, Faustino peleó pero el alemán, medalla de Plata en Seúl 1988 lograba sacarse esa espinita de cuatro años tras y ser campeón olímpico.
Sin embargo, Faustino recibió feliz su medalla de Plata y una felicitación muy especial, la de Su Majestad, El Rey, D. Juan Carlos y una famosa frase que jamás olvidará el bueno de Faustino ni su entrenador Serra, “Has defendido muy bien a España”.