Redacción: Jorge Gómez-Manzanilla-Abel Alaminos-Pedro Cánovas/LaNocheDelDeporteEspañolTV-deporteolímpico.net-blogolímpico.com/ Imágenes: marca.com
Entre los momentos mágicos que nos dejó Barcelona 92 uno de ellos es sin lugar a dudas, la medalla de Oro en 1500 metros de Fermín Cacho, una tarde mágica, otra más, en el estadio Olímpico y donde al igual que en las anteriores se sabía, se palpaba en el ambiente que algo grande iba a pasar.
¡Y pasó!, con un sofocante calor, humedad costera de Barcelona propias de las tardes de Agosto, Fermín Cacho ya desde el calentamiento le había dicho a su entrenador, Enrique Pascual que iba a ser campeón olímpico.
No en vano, el soriano llegaba a la cita como subcampeón del Mundo en Indoor en Sevilla 1991 y también en 1991, subcampeón de Europa también en pista cubierta y duelos con el argelino Morceli, el especialista en la distancia.
Además, no sólo estaba Morceli y corredores como Jim Spivey, Jens Herold o Chesire estarían en la pomada por las medallas aunque todos ellos, no pasaban por la cabeza de Fermín que sabía que el Oro se cocería entre Morceli y él y por supuesto que en Barcelona corría en casa y podía batir al argelino.
Con una semifinal de récord olímpico, 3.32, Fermín esperaba una carrera rápida y esprintar al final con Morceli por el Oro pero no ocurrió nada de eso. Hasta los 800, la carrera fue muy lenta, en concreto, 2:06 algo que desesperaba a Cacho y con Morceli, además, en el pelotón.
Por ello, Fermín que marcaba a distancia a Morceli cambió de estrategia y en un hueco que dejaron Herold y Chesire al tratar de ponerse en las primeras posiciones a falta de 220 metros, Fermín vio un hueco entre la tira de aluminio que marca el límite de la pista y los rivales y por ahí tiró el bueno de Fermín pasando a la primera posición y levantando a todo Montjuic de sus asientos mientras en su cabeza retumbaba en “Tira, Fermín, tira”.
Superando claramente a sus rivales con Morceli fundido en el pelotón y los favoritos Chesire, Herold y Spivey superados por El Basir y Sulaiman lograron la medalla de Plata y Bronce, respectivamente mientras que unos metros por delante, un soriano levantaba los brazos y ganaba la medalla de Oro con el estallido del público español con banderas al viento en Montjuic y el famoso grito desde la megafonía que forma parte de la historia de Oro del deporte español, ¡FERMÍÍÍN CACHO, CAMPEÓN OLÍMPICO!..