Redacción: Jorge Gómez-Manzanilla-Abel Alaminos-Pedro Cánovas/LaNocheDelDeporteEspañolTV-deporteolímpico.net-blogolímpico.com / Imágenes: LA LIGA SPORTS
La Gimnasia Rítmica, deporte donde siempre han sobresalido las rusas, las búlgaras o las rumanas vería como en Barcelona 92, un país llamado España comenzaba a colarse entre las superpotencias y como todo deporte, el antecedente fue Barcelona 92 y la elegida, una joven de sólo 16 años nacida en Orihuela, Carolina Pascual que realizó una carrera corta, al año siguiente con la medalla de Plata en el Mundial se retiró pero cargada de éxitos, no en vano, antes de la cita olímpica del 92, Carolina había logrado con sólo 13 años, la medalla de Bronce, por equipos, en el campeonato de Europa y en el Mundial de Atenas 1991 ganó, también por equipos, la medalla de Bronce.
Sin embargo, en Barcelona 92 no habría competición por equipos (algo similar a lo que ocurrirá en Tokio 2020 con el Karate y la modalidad de Katas, sólo en individuales y no por equipos) y por lo tanto, Carolina Pascual y Carmen Acedo fueron las seleccionadas por el equipo español para competir contra las rusas, búlgaras y las rumanas.
Y sin complejos y tras duros entrenamientos a manos de Emilia Boneva, una búlgara afincada en España desde 1982 y con una casa en Madrid donde convivían las deportistas lograría dar un salto de calidad lógicamente, con duros entrenamientos y dietas estrictas y lograr campeonatos del Mundo, de Europa y en el caso de los Juegos Olímpicos, la medalla de Plata de Carolina Pascual, en individual en Barcelona 1992 y la medalla de Oro, en Atlanta 96 sí hubo competición por equipos, del equipo español de Gimnasia Rítmica. Sin embargo, como la envidia es deporte nacional en este país, tras dichos Juegos de Atlanta, Emilia fue objeto de una serie de mentiras, insultos y falsas acusaciones aunque lo cierto es que con Emilia, España ganó hasta los mencionados Juegos Olímpicos de Atlanta 96, nada más y nada menos que 63 metales, duela a quien duela y pese a quien pese.
En cuanto a la pionera olímpica, Carolina Pascual realizó una enorme competición al igual que Carmen Acedo que rozó el podio y fue cuarta mientras que la alicantina superó a la rusa Oksana superando tras la cuerda, aro y pelota a la rusa, en un gran ejercicio con las mazas logrando la medalla de Plata y el lógico estallido de alegría mientras que la rusa Timoshenko fue Oro.
Además, Oksana demostró además de ser inferior a Carolina, deportivamente, en calidad humana no debería ni haberse clasificado para una olimpiada, menospreciando en zona mixta a Carolina acusando a los Jueces de ser totalmente parciales a favor de la española obteniendo la rápida respuesta tanto de la gran afectada Carolina, “he realizado un gran trabajo y me he merecido la medalla” mientras que Carmen Acedo, compañera de Carolina, no fue tan correcta y dijo todo lo que los españoles y las españolas pensamos de estar competiciones donde cuasi siempre se ayuda a las rusas, “Cuando vamos fuera, a nosotros nos perjudican los jueces. Si ahora le ha tocado a ella, que se aguante”.
Sin duda, Rusia perdedora de la Guerra Fría, dos años antes, volvía a perder, esta vez deportivamente, en las olimpiadas de Barcelona 92 y veía como España comenzaba a colarse en un podio hasta ese momento, reservado a Bulgaria, Rumania y a la propia Rusia, otrora, Unión Soviética.