30ª MEDALLA (Barcelona 1992). ORO en Natación (200 m. Espalda) EL SUEÑO DE D. JOSÉ LUIS, DOS HIJOS MEDALLISTAS OLÍMPICOS

Redacción: Jorge Gómez-Manzanilla-Abel Alaminos-Pedro Cánovas/ LaNocheDelDeporteEspañol-DeporteOlímpico.net-blogolímpico.com/ Imágenes: Tribuna OLÍMPICA

La segunda medalla olímpica de España en Barcelona 1992 fue también de ORO y llegó de la piscina, en concreto, de la Natación con el ORO logrado por Martín López-Zubero, en 200 metros espalda.

Sin embargo, para hablar de esta medalla, número 30ª en la historia del olimpismo español hay que remontarse doce años, a otra medalla a la que ya hicimos mención en artículos anteriores, la medalla de Bronce lograda por el hermano mayor de Martín, David López-Zubero que logró la primera medalla olímpica para una familia de españoles afincados en Estados Unidos, hijo de un emigrante, D. José Luis, también militar del ejército americano en la Guerra del Vietnam y que esa noche de verano de 1992 en Barcelona veía su sueño cumplido, dos hijos medallistas olímpicos con España.

El hermano menor de David, Martín  estaba a las órdenes del prestigioso entrenador Skip Foster, afincado en Jacksonville y con la ayuda de David, ya retirado desde 1988 y dedicado a apoyar a su hermano pequeño.

Cumpliendo el sueño de su padre, de nadar y ganar con España, Martín logró el ORO en el campeonato de Europa de Bonn (Alemania) en 1989 en los 100 metros espalda y en Enero de 1991 en el Mundial de Perth (Australia) lograría el Oro en 200 espalda y el Bronce en 100 espalda.

Además, Martín llegó a Barcelona 92 compitiendo en cuatro pruebas y pensando en lograr hasta tres medallas. 100 y 200 metros espalda, 100 mariposa y 200 estilos y aunque sólo lograra un tercio de sus objetivos previstos, la medalla sería de ORO en 200 espalda.

Una prueba donde fue claramente de menos a más, siendo quinto y remontando desde esa posición para superar al ruso Selkov y al italiano Battistelli para ganar el ORO Olímpico en los 200 metros espalda con el estallido de alegría de la afición española en unas piscinas Picornell donde el bueno de José Luis ya había cumplido su sueño, ver a sus dos hijos ganar, nada más y nada menos que dos medallas olímpicas con su amada España.