Redacción: Jorge Gómez-Manzanilla-LaNocheDelDeporteEspañolTV-Abel Alaminos-DeporteOlímpico-Pedro Cánovas-Blogolímpico.com / Imágenes: LaLigaSports
Décadas después de aquella medalla del gran inspector, Ángel León Gonzalo en Helsinki 1952, el Tiro volvería a darnos una alegría en las olimpiadas, enorme mérito para un deporte muy minoritario en aquella España de 1988.
En concreto, la medalla llegó de la modalidad de Tiro Olímpico (Skeet) y de todo un experto cazador, Jorge Guardiola que incluso antes de pasarse a esa modalidad olímpica, allá por 1979 cuando fue subcampeón de España, había logrado ser un destacado tirador en el famoso Tiro de Pichón, curiosamente la medalla 0 llegó del bueno de D. Pedro Pidal que sin embargo, no computa el COI al cobrar el montante económico de la medalla algo impropio en unas olimpiadas modernas cuyo origen era amateur, según ideó el gran Barón de Coubertain, un Tiro de Pichón además repudiado por el maltrato a un animal por el propio COI a finales de los años ochenta.
Justo antes de llegar a Seúl, Jorge Guardiola, a pesar de que no era seguido por el público español como ocurre actualmente, en la mayoría de muchos deportes olímpicos (es terrible tildarlos de minoritarios), Guardiola ya era subcampeón de Europa y a pesar de tener que hacer una prueba perfecta para lograr medalla contaba en las quinielas por los preseas.
Y el español claramente realizando una actuación cuasi perfecta en la final logró la medalla de Bronce. Falló en la clasificación para la misma en 4 platos rompiendo sólo 196 y permitió al alemán oriental, Wegner y al chileno Iruarrizaga pelear por el Oro. Ambos clasificados con 198 impactos.
El Bronce habría que pelearlo con un norteamericano, en concreto, Carlisle que ya sabía lo que era ganar una medalla olímpica tras el Bronce de Los Ángeles 1984, cuatro años antes de Seúl 88.
Sin embargo, en esta ocasión y a pesar de tener que ganar dicha medalla en el desempate y nuevamente estar toda España al borde del infarto, Guardiola no falló y logró la medalla de Bronce, una medalla perfecta de un gran campeón y amante de la caza.