Raúl ha sido fundamental en este acuerdo que celebran miles y miles de raulistas (algunos de ellos ya tienen sacado sus billetes para ir a Gelsenkirchen el 27 de julio al segundo homenaje que le hará el Schalke). El eterno capitán madridista siempre se mostró volcado con esta posibilidad y a los dirigentes del equipo qatarí en el que juega (aún le resta un año de contrato con ellos) les ha pedido que le dieran luz verde a su equipo por la ilusión que le produce regresar a su casa, el Bernabéu.
El gran atractivo de este Trofeo Bernabéu no radicará sólo en el regreso de Raúl a Madrid, sino en el hecho de que podría jugar 45 minutos con el equipo de su corazón, en el que militó desde 1994 a 2010. Raúl le ha pedido al Al-Sadd que le deje jugar un tiempo con cada equipo y el «sí» de los qataríes prácticamente lo tiene en la mano.
Raúl se fue de la disciplina del Madrid el 26 de julio de 2010. Ya en su emocionado discurso de despedida, entre lágrimas, anticipó lo que ahora va a cumplir: «El Madrid es mi casa y en ella he vivido emociones únicas. En el día de mi despedida, reafirmo con más fuerza mi compromiso con este club y la lealtad con sus valores. Siempre estaré dispuesto para lo que me necesiten. Gracias desde mi corazón de futbolista y ¡Hala Madrid!».
Raúl, que cumplirá 36 años el próximo día 26, sigue perfeccionando su formación en Qatar que le permitirá no sólo entrenar algún día (pronto se sacará el título de técnico), sino que está desarrollando los conocimientos de gestión y asesoramiento del fútbol profesional. Ahora se encontrará allí con su amigo y excompañero Fernando Hierro, nuevo director deportivo de la Federación de Qatar hasta 2015.