Redacción: Jorge Gómez-Manzanilla-Abel Alaminos-Pedro Cánovas/LaNocheDelDeporteEspañolTV-deporteolímpico.net-blogolímpico.com/ Imágenes:
A finales del año 1979, España arrancaba con su joven democracia, con esa Constitución de 1978 y con las posteriores elecciones, ya con la Constitución que al igual que sucediera en 1977, las primeras elecciones democráticas, la UCD de Adolfo Suárez resultó vencedora y lo más importante, el PSOE de un joven y apuesto Felipe González sufría su segunda revés en apenas dos años.
Sin embargo, la juventud de la democracia deja patente que aún hay mucho que hacer en un país aislado tras cuarenta años de dictadura y el servicio militar seguiría siendo obligatorio durante muchos años.
Y lógicamente, en 1979 y 1980 lo era y en el caso de nuestros dos protagonistas, Jan Abascal y sobre todo, Miguel Noguer, dicho servicio militar les cogió de lleno en su carrera deportiva.
El primero era ya un experimento deportista y que viviría con 29 años, la cita olímpica de Moscú 1980 pero lógicamente, para navegar en la modalidad Flying Duchtman, necesitaba un compañero de viaje y el mejor de todos, era un joven estudiante de medicina que además realizaba el servicio militar.
Ese joven denominado Miguel Noguer había logrado junto a Abascal, un Bronce en el Mundial de 1978 y una Plata en los Juegos del Mediterráneo 1979, de ahí que Jan intentase por todos los medios que en dicha mili, al menos en el tiempo que duraban los Juegos Olímpicos, a su compañero Noguer se les concediera cierto permiso. Trámites, desde luego, hubo que realizar pero finalmente se consiguió y Noguer y Abascal se embarcaron camino a la cita olímpica de Moscú 1980.
De hecho, hasta hubo compensación económica y pudieron estar al menos cuatro meses antes en Estonia y preparar la competición. Realizaron varias regatas previas y lógicamente eso ayudó a conocer el terreno y además, el boicot a Moscú 1980 benefició a los nuestros ya que a excepción de la pareja holandesa, ni británicos ni alemanes estarían en la cita olímpica.
Sin embargo, una nota de la Prensa señaló que en ciertas federaciones como el baloncesto, a los deportistas se les beneficiaba de no hacer el servicio militar y el ejército, siempre herido en esas lindes, les obligaba a regresar a todos los que aún no se había licenciado incluido, Miguel Noguer. Nuevamente, hubo que mover ficha en las altas esferas pero Noguer no se movería de Moscú y lograría esa medalla de ORO junto a Jan Abascal.
En la competición, conscientes de jugarse posiblemente el ORO con los alemanes Vollebregt, Jan y Miguel impusieron su dominio desde el inicio y llegaron a ganar la mitad de las regatas, tres de seis y llegaron a la séptima con tanta ventaja que se quedaron en el puerto.
Sin duda, campeones con todo merecimiento, Jan y Miguel, dos navegantes que sufrieron más trabas burocráticas impuestas por su propio país que por sus rivales, eso sí, con un pequeño reconocimiento al llegar a Barajas salieron por la sala VIP, no en vano, eran campeones olímpicos, el segundo Oro para la Vela española que ya presumía a inicios de los ochenta de haber ganado tres medallas y ser junto al Piragüismo, las tres medallas de los famosos sindicalistas de la Piragua, el deporte español más laureado en unas olimpiadas.