Minuto 91: Kelia Vidarte/LaTribunamadridista.com
Los hombres de Benítez golearon a un Rayo Vallecano valiente, que remontó los primeros minutos en los que un Real Madrid estuvo rodeado de los fantasmas de siempre y de esa fragilidad que le ha hecho perder varios partidos. Pero la expulsión de Tito y Raúl le puso las pilas a los madridistas que en ese momento se cebaron con los hombres de Paco Jémez consiguiendo una esperpéntica victoria 10-2 en la que la BBC brilló y encajaron los goles de la tarde.
Una victoria que sirve de ungüento para calmar los tiempo revueltos en los que vive el Real Madrid. La brecha existente entre la afición y Benítez sigue siendo grande, todo ello se comprobó con la enorme pitada al salir a la luz el nombre del entrenador por megafonía y volviendo a culpar del mal estado del equipo a los 11 jugadores. Todavía sigue habiendo brecha de los blancos a balón parado, siguen siendo el equipo que encaja más goles con este tipo de jugadas.
Fue un encuentro que empezó gris para los blancos, que se adelantaron muy pronto y que preveían que los primeros minutos del encuentro iban a ser muy fáciles para ellos, pero no fue así. El antepenúltimo de la tabla de clasificación remontó en el Bernabéu adueñándose del balón. El lío ya estaba montado, la afición madridista, que venía quemada por la imagen de la primera parte de El Madrigal y la derrota tras el pinchazo del Barça, explotó ante la actitud. Cristiano respondía con gestos desde el césped a sus aficionados.
Los nervios instalaron la falta de orden en un equipo de Benítez.Se respiraba la tensión cuando el Rayo seguía dominando con diez jugadores, pero la calidad individual de las estrellas blancas comenzaban a generar ocasiones. En un gran centro de Danilo, Bale ponía la igualada con un preciso testarazo.
El duelo murió a los 25 minutos. El colegiado Iglesias Villanueva vio un agarrón dentro del área de Baena a Ramos y le mostró con rigurosidad la segunda amarilla. El tanto de penalti de Cristiano y quedarse con nueve más de una hora, con 3-2 en el marcador, convirtió el sueño rayista en pesadilla.
Aturdido, tardó el Real Madrid en interpretar el escenario plácido que se le quedaba. Con espacios tan sólo debía imprimir velocidad al toque de balón para masacrar al Rayo. Apareció el hambre de Bale, para firmar un doblete antes del descanso y el paseo se prolongó en la reanudación.
Sin fuerzas tras el gran desgaste y en inferioridad, los rayistas miraron cada minuto que caía en el marcador mientras los madridistas se fijaban en los goles, no se apiadaron del vecino. Benzema se estrenaba a pase de James. Yoel le sacaba un mano a mano a Cristiano antes de que firmase su doblete y de que dos llegadas de Lass levantasen aplausos de admiración del público local a su rival.
El 7-2 fue el tanto que gusta en la afición del Bernabéu. James peleó un balón que se marchaba y de un toque al espacio vio a Cristiano que asistió a la carrera de Bale. El galés firmaba un póquer de goles en una acción cuya intención era asistir a Cristiano pero el rechace le dejó solo para marcar. Y el cierre de un día en el que Benítez dejó sin un minuto a Isco, lo puso Benzema con dos nuevos tantos que reafirman el mejor arranque goleador de su carrera y que dio el cierre a la abultada victoria de los blancos por 10-2.