Tribuna Madridista vio el Clásico desde el Palco de Honor del Santiago Bernabeu

Clásico: JessySánchez/latribunamadridista

Tribuna Madridista vio ayer el Clásico entre el Barcelona y el Real Madrid desde el Palco de Honor del Santiago Bernabeu gracias a Mahou.

Un acontecimiento que contó con más de 200 aficionados blancos y con dos ex futbolistas del Real Madrid como Martín Vázquez y Gallego reunidos todos con el mismo objetivo: animar al Real Madrid hasta el final.

A eso de las 17:00 h, el Palco de Honor empezó a recibir a los primeros aficionados, que iban posando en el photocall de la entrada mostrando sus ganas de Clásico.

También, minutos antes del comienzo del encuentro, todos aquellos que quisieran podían pasar por el photocall para fotografiarse con Martín Vázquez y Gallego.

Comenzó el encuentro y la gente comenzó a corear las típicas canciones que se oyen en los encuentros disputados en el Bernabeu.

En el minuto 7, el «Illa, illa, Juanito maravilla» salió de todas las gargantas allí presente.

Pero volviendo al plano futbolístico, la gente no estaba muy convencida por el once que Carlo Ancelotti mostró en el Camp Nou. Morata en las gradas descartado, Sergio Ramos jugando en el centro del campo… Pero aún así, la gente estaba confiada.

Una confianza que comenzó a disminuir al ver las ayudas que el Barcelona estaba recibiendo de parte de Undiano y con el primer gol blaugrana. Primera llegada al área contraria del Barcelona, primer gol. Neymar adelantaba a los suyos.

Todo se ponía en contra, pero el Real Madrid tiró de casta y honor, y adelantó líneas. Así, los de Ancelotti empezaron a llegar a la portería de Valdés y se adueñaron del balón.  Así hasta que llegó el primer error garrafal del cuerpo arbitral. Khedira remató tras un centro de Cristiano desde la izquierda. El rechace de Valdés golpeó en la mano de Adriano y el cancerbero se hizo con el balón. Pese a las quejas de Khedira pidiendo penalti por mano, Undiano ignoró la situación.

El ambiente en el Palco se empezó a caldear y la gente no dudó en levantarse en esa acción pidiendo penalti.

Ya en el descanso, los madridistas allí presente estaban de acuerdo en que el resultado tras los primeros 45 minutos, estaba siendo injusto para el Real Madrid.

Cuando se reanudó la segunda parte, la gente volvió a animar a su equipo. Una segunda parte que comenzó muy igualada para ambos equipos. Diego López detuvo el balón en un mano a mano a Neymar; mientras que Ronaldo contraatacaba en la portería de Valdés.

El gol blanco se presentía en el Palco del Bernabeu. Comentarios como «el empate está cerca», «nos merecemos un gol ya» o «tantas ocasiones tiene que terminar en gol», se oía a los aficionados blancos.

Ancelotti decidió entonces dar un cambio al equipo y dio su entrada al campo a  Illarra y Benzema que dieron aire fresco al equipo.  Cuando todo estaba a favor para que el Madrid empatase el encuentro, Undiano volvió a ser protagonista. La tensión se mascó en el Palco. Un penalti clarísimo de Mascherano a Cristiano en el 70′, se quedó en el limbo. Pero el Madrid, a pesar del derribo arbitral no decayó y Benzemá sorprendió con un espectacular trallazo desde fuera del área. Una acción que levantó de sus sillas a toda la afición madridista congregada en el Bernabeu.

Cuando mejor estaba jugando el Madrid, llegó el mazazo con el segundo gol de Alexis. Una vaselina que sorprendió al meta blanco y con la que no pudo hacer nada.

La caras caras serias de la afición del Real Madrid era un hecho, interrumpidas por el gol de Jesé que reducía distancia ya en el tiempo de descuento.

Concluía así el primero Clásico de la temporada con un sabor muy agrio por parte de la afición del Real Madrid que vio como su equipo mereció mucho más que una derrota por 2-1, contra un Barcelona que pasó los 90′ viéndolas venir y que en  los pocos ataques que realizó, vio portería.

Desde el Palco, muchos eran los comentarios, desde la inconformidad por las variaciones de juego y de sistema que realiza el técnico italiano, probando un once diferente en cada encuentro; la acción arbitral que se llevó para casa dos penaltis no pitados; la mala suerte de cara al gol; y la sensación de que el Real Madrid aún sigue sin jugar a algo específico.

La afición blanca se fue del Santiago Bernabeu con caras largas, pero con la confianza plena en su equipo. Una afición que más que nunca tiene que estar con TODOS  los jugadores.

 

 

 

 

 

 

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