PINCHAZO Y BRONCA DEL BERNABÉU

Redacción: Noelia Pinto Cervero-LaTribunaMadridista

El día fue primaveral en Madrid, pero por la noche el Bernabéu volvió al más frío invierno, con una sensación de congelación en el ambiente. El tropezón del Real Madrid llegó cuando el camino estaba más despejado, sin muchas piedras y sin ningún bache. Con una semana de entrenamientos completa y con un rival, el Villarreal, que se presentaba con la cara B y tras haber jugado el pasado jueves.

Los de Ancelotti firmaron el primer empate de la temporada en Liga. Desde el derbi de septiembre en el Bernabéu no volaban puntos de la casa blanca. El balance del empate no puede ser positivo, puesto que el Barça ganó el sábado, así que recupera parte del terreno perdido (la distancia estaba en uno, pasó a cuatro y se queda en dos puntos). Los azulgranas, a dos jornadas del Clásico, están a tiro de un partido. De una victoria en el Camp Nou.

Ya se miran de reojo
El calendario hasta el Barça-Madrid de 22 de marzo para los blancos tiene su tarde más exigente el próximo sábado, con la visita a San Mamés. Los azulgranas recibirán al Rayo el domingo. Antes, el miércoles, se miden al Villarreal en la vuelta de semis de Copa. La jornada anterior al Clásico medirá a Madrid con Levante (después del Schalke) y a Barça con el Eibar en Ipurua (antes del City). Las calculadoras ya echan humo.

El público fue un termómetro perfecto de la noche. Empezó la grada fría, como el Madrid, fue cogiendo temperatura, tocó techo con el gol de Cristiano Ronaldo, acusó el mazazo del tanto de Gerard Moreno, pero lo que de verdad le dolió fue el cambio de Isco.

El madridismo presente en Chamartín censuró de manera unánime que «el innegociable Isco», de lo mejor de la noche, dejara el campo con 1-1. Ancelotti aguantó la música de viento desde la zona técnica como pudo. No está muy acostumbrado, pero es lo que pasa cuando se quita al preferido de la afición.

Mismo once, distinto equipo
Carletto repitió equipo por tercera vez consecutiva esta temporada (Schalke, Elche y Villarreal), lo que no había hecho desde que se sienta en el banquillo del Real Madrid. Pero sus hombres no fueron ni tan fiables como en Gelsenkirchen ni tan superiores como en el Martínez Valero.

«La Liga es muy larga y vamos a tener que trabajar mucho para ganarla», declaró Pepe a pie de campo en el Plus. Ancelotti lo viene advirtiendo desde hace semanas, que la Liga se va a decidir en la última jornada. Más allá de lo que pase en mayo, en la última jornada de este mes de marzo recién inaugurado se juega un Barça-Madrid en el que los blancos, a día de hoy, pueden perder el liderato. La diferencia, de presentarse a cuatro puntos a hacerlo a dos, es mucha. Demasiada, quizá.

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