Redacción:Noelia Pinto Cervero-LaTribunaMadridista
El Real Madrid ha vuelto a la senda del triunfo tras la abrumadora derrota ante el Atlético en el derbi. Tres victorias consecutivas que dan oxígeno y confianza a los de Ancelotti. Una mejoría que ha tenido como protagonistas a Pepe y Lucas Silva, revulsivos para dar aire fresco y seguridad al equipo.
Los blancos no habían empezado con buen pie el 2015 y las dudas rondaban constantemente a Ancelotti. El equipo sabía que no estaba en su mejor momento y que necesitaban corregir errores, pero en la práctica el declive era mayor. Tras la derrota por 4-0 en el Calderón, el Madrid fue realmente consciente de que su actitud no era la adecuada y que para conseguir títulos había que dejarse la piel sobre el campo. Una situación límite que hizo reaccionar a los blancos.
Desde entonces, han encarrillado tres victorias consecutivas demostrando síntomas de mejora. Unos grandes culpables de la vuelta a la senda del triunfo son Pepe y Lucas Silva. La vuelta del portugués al centro de la zaga ha dado seguridad atrás, creando junto a Ramos un bloque casi imposible de rebasar por los rivales. El madridista sabe mandar y contagiar la fuerza y coraje que tanto le caracterizan. Con el central en campo, Ancelotti tiene un seguro de vida.
Por su parte, Lucas Silva también ha servido de antídoto para el Madrid. En apenas un mes en la nave merengue ya ha conseguido desbancar a Illarramendi, se ha ganado la titularidad con las bajas de James y Modric, y su trabajo en la medular ha aportado dinamismo al juego del equipo. Congenia a la perfección con Kroos, quien se ha quitado una carga extra en las labores de defensa y circulación del balón. Silva ha recuperado la fluidez en los blancos y aporta más verticalidad en las jugadas.
