Ojalá que te vaya bonito

Minuto 91: Kelia Vidarte/Latribunamadridista.com

“Ojalá que te vaya bonito, ojala que se acaben tus penas, que te digan que yo ya no existo, que conozcas personas más buenas, que te den lo que no pude darte, aunque yo te haya dado de todo, nunca más volveré a molestarte, te adore, te perdí, ya ni modo”  Con la sintonía de esta canción mexicana de Vicente Fernández podríamos titular el fin de una relación de años de uno de los grandes emblemas del madridismo, Iker Casillas.

Nunca pensé que este día llegaría tan pronto, por mi pensamiento rondaba la idea de un Casillas con bastón al lado de la Casa Blanca, retirándose del fútbol tras terminar su etapa como madridista, pero debe ser que el destino no ha querido regalarnos ese plan de futuro y vuela dirección Oporto.

Como fiel seguidora del Club Blanco y casillista me duele que el cartel de “topo” fuese el detonante y la losa que ha llevado en su espalda el capitán desde hace unos años, para que derive en esta operación, el punto de inflexión fue la etapa de Mourinho en el club con sus desavenencias y dimes y dirites en el vestuario. Una operación que ha sido también alimentada por muchos medios que han provocado que la bolsa se rompiera, ya dicen que “La avaricia rompe el saco”.

El divorcio entre Iker Casillas y algunos aficionados del Real Madrid fue porque la grada no perdona la falta de triunfos, una grada muy exigente que lo castigó acusándolo de no darlo todo por la camiseta, que se cebó con él y que no se dio cuenta de que un equipo no reside en una persona, sino en un conjunto y que las miradas y culpas no deberían ser diana para un solo jugador. Además no podemos olvidar que es un futbolista de gran profesionalidad y que ha dado grandes tardes de gloria a la entidad blanca, creció con el Real Madrid, es un icono blanco y antes estos aficionados le habían colgado el cartel de “Santo”.

Pero quiero utilizar estas líneas no para acusar, sino para destacar tu crecimiento en el club, tu trayectoria, tu labor como madridista  y porque fuiste día a día protagonista absoluto.

Empezaste con tan solo 9 años, cuando tu padre te llevó a una prueba a la ciudad deportiva del Real Madrid. Pronto recibirías una llamada del club para jugar un torneo social y  en la temporada 90/91 el destino quiso ponerte las botas blancas y adherirte a los benjamines del club donde te entrenó Antonio Mezquita, tú descubridor.

Recorriste todas las categorías inferiores del Real Madrid, hasta que siendo jugador del Juvenil A pasaste a formar parte del Real Madrid C, ya empezaste a demostrar tu valía siendo el portero menos goleado.

La anécdota de tu primera convocatoria con el Madrid nunca la olvidaré, tenías 16 años y jugabas en el Juvenil A, el director del instituto donde estudiabas en Móstoles te sacó de clase para comunicarte que Heynckes te convocaba con el primer equipo para un partido de Liga de Campeones.

La fecha que te regala el primer título como madridista es el 1 de diciembre de 1998, cuando tu equipo ganó la Copa Intercontinental al Vasco de Gama. El 12 de septiembre de 1999 con 18 años te convertiste en el portero más joven de la historia del Real Madrid en debutar en Primera división y en un campo complicado, San Mamés, Toschack te dio la alternativa ante la lesión de Bodo Illgner.

En París y ante el Valencia, escribiste las primeras de tus páginas más brillantes en la Liga de Campeones. Conseguiste la octava Copa de Europa como portero titular y te convertiste en el portero más joven de la historia en disputar una final de la competición europea.

A comienzos de la temporada 2000/2001 recibiste la primera distinción individual de tu carrera al ganar el Trofeo Bravo como el mejor jugador europeo menor de 21 años.La temporada 2000/2001 incluía un nuevo título a tu palmarés, el Campeonato Nacional de Liga, el vigésimoctavo en la historia del club blanco. Disputaste 34 partidos en los que solo encajaste 37 goles y dejaste la portería a cero en doce ocasiones.

La temporada 2001-2002 fue tu primer momento delicado, Del Bosque decidió regalar la titularidad a César, pero esa temporada también te regalaría uno de los momentos más felices en tu historia del club, cuando te transformaste en el héroes de Glasgow, el 15 de mayo de 2002 que pasará a la historia del Real Madrid por ser el día en que el conjunto blanco logró su novena Copa de Europa gracias a Zidane y la actuación de Casillas con tu tres paradas a bocajarro en los minutos finales y esos momentos que me emocionaron con tus lágrimas en el campo, sin duda forman parte de la memoria madridista.

Perteneciste al Madrid de los Galácticos y contestaste con tu humildad que no eres un galáctico, eres de Móstoles. La temporada 2007/2008 añadiste un nuevo trofeo a tu brillante palmarés, el Trofeo Zamora al ser el portero menos goleado de la Liga española.En 2010-2011 diste un paso al frente proclamándote el primer capitán del conjunto blanco. Todos tenemos que recordar paradas tus paradas antológicas como la que le hiciste a Perotti, sin duda una de las mejores de la historia del fútbol.

Contribuiste en la primera Copa del Rey tras 18 años sin ganarla, conseguiste llevar al equipo a la prórroga gracias a dos monumentales paradas a Iniesta y Pedro y ganando así al máximo rival, FC Barcelona, en Mestalla.

Fuiste capaz de limar asperezas en torno a los Clásicos con el FC Barcelona, con la famosa llamada de la paz a Xavi.

Enfrentaste uno de los mejores partidos de tu carrera ante el Athletic en la jornada 34 de la temporada 2007/2008, deteniendo todos los disparos que llegaban a puerta y con tus intervenciones de mucho mérito, incluido un lanzamiento de penalti.

Una fecha clave en tu carrera es el 4 de mayo de 2014 en el Estadio da Luz de Lisboa. Fue una noche llena de sensaciones, primero porque un claro error tuyo en el gol de tu rival, el Atlético de Madrid, te crucificó de cara a la afición. Pero el destino quería que la ansiada décima llegara a las manos del Real Madrid esa noche y Sergio Ramos hizo que nadie se acordara de eso error y  que el Real Madrid lograra levantar la Décima Copa de Europa de manos de su capitán, Iker Casillas.

Tu último título como madridista, la última vez que levantaste al cielo un trofeo con la camiseta del Real Madrid fue el Mundialito de Clubes, sin saber que sería tu última final como madridista.

Porque te mereces una despedida de altura, porque fuiste uno de los mejores porteros que ha vestido la camiseta merengue, la camiseta de la selección española y uno de los mejores de toda la historia. No debemos cometer el error de que el capitán se marche por la puerta de atrás, hay que dejar a un lado las discrepancias y los problemas y confiar en que el madridismo responda.

GRACIAS IKER CASILLAS

 

 

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