Redacción: Ana María Ramírez Barajas.
Entendemos que los encuentros amistosos, tienen la finalidad de que tanto entrenador como jugadores, se conozcan y compenetren. No tienen como finalidad obtener los grandes resultados en el tablero, pero con los últimos dos partidos que han jugado, primero con Suiza y ahora con Túnez, en nuestra selección de fútbol no se ha notado ninguna superioridad; al contrario.
Lo anterior, no significa quitar mérito a nuestros jugadores y tampoco quiero decir que no me alegré con los goles de Alvaro Ordiozola que marcó el gol a Suiza y el de Iago Aspas a Túnez.
España y Túnez se enfrentaron el sábado 09 de junio, para jugar el último partido amistoso antes de dar inicio el mundial de fútbol. Pero la sensación que nos dejó, no fue la mejor. Hemos visto a Túnez que llegaba con cierta facilidad creando ocasiones de peligro; mientras que España parecía incómodo sin concretar una buena jugada, sin continuidad, con falta de comunicación que a juzgar por los gestos de Sergio Ramos quien portará el brazalete de capitán, tienen mucho trabajo por hacer.
Nuestra selección cuenta con jugadores de gran talento y alta competitividad. Julen Lopetegui, tendrá que analizar muy bien los planteamientos que va a realizar para cada encuentro. Porque a partir de ahora ya no serán amistosos y queremos ver a la roja que estamos acostumbrados. La roja unida, concentrada, rápida y con estrategia que se nota en su actitud de ganadores desde que hacen su aparición en el campo de juego; y que con el sólo hecho de verlos poniendo sus brazos en los hombros de sus compañeros en señal de unidad; o cuando escuchan el Himno Nacional de España, con sus miradas serias llenas de responsabilidad y concentración, nos hace ver no solo a unos jugadores, sino a unos guerreros que van a dar todo por la victoria.
Lo que digo no es fácil; pero cuentan con nuestro apoyo, confianza y esperanzas.
El encuentro del próximo viernes 15 de junio, cuando se enfrenten España y Portugal, será la ocasión para demostrar que nuestra selección está a la altura y en condiciones de dar la batalla, abriéndose paso en cada partido, entre los mejores del mundo.
Por nuestra parte, sólo nos resta desearles lo mejor. Que lleguen lo más lejos posible y alcancen la gloria como los campeones que son.
¡Vamos España!
