IKER DA ALIENTO AL MADRID EN CORNELLÁ

Crónica-Redacción:Noelia Pinto Cervero-Cornellá-Latribunamadridista

Un solitario gol de Karim Benzema sirvió al Real Madrid para conseguir la victoria ante el Espanyol (0-1) en el partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey, en donde Iker Casillas volvió a resultar vital para guardar la exigua renta en los minutos finales del encuentro.

Los pupilos de Ancelotti, con algunos momentos brillantes bajo la batuta de Modric, se dejaron deberes por hacer. Después de desaprovechar una batería infinita de ocasiones, el Espanyol apretó en los últimos compases y fue Casillas quién tuvo que sacar ‘el santo’ a relucir para alargar a seis la racha de partidos imbatidos.

El de Móstoles, que detuvo un mano a mano a Córdoba –a falta de cinco minutos– fue decisivo cuando nadie lo esperaba y protagonista desde el cuarto de hora, cuando estableció la mejor racha sin recibir gol desde que es portero del Real Madrid. Casillas superó los 518 minutos, registro que dejó finalmente al borde de los 600.

Pero el triunfo para los merengues se gestó mucho antes, con motivo del triunvirato que forman Benzema, Bale y Cristiano, nuevamente desacertado en todas las facetas. El portugués lo intentó hasta con una chilena que no llegó a salir, pero también con un lanzamiento al palo que sorprendió a un notable Kiko Casilla, el otro ‘culpable’ de que el Real Madrid no venciese de manera más cómoda.

Acto seguido al poste de Cristiano apareció Benzema con la cabeza para dejar el 0-1, a la postre definitivo. Un centro de Arbeloa, que peinó Bale antes de que llegase al francés, permitió al ex del Lyon firmar un gol muy importante para los blancos, que ganaron en Copa, por primera vez en su historia, en el estadio de los pericos.

Ahí apareció Sergio García [cuya versión actual es mejor que la de su explosión] con un disparo al borde del área que culminó una nómina con intenciones de todos los colores. Córdoba, cuando llegaba el final, dispuso de la más clara, pero ninguna sirvió para inaugurar su marcador.

Benzema, algo egoísta –adjetivo que no acostumbra a usar– dejó escapar la oportunidad de asistir a Cristiano para el segundo. Bale, con el partido roto, también fue más individual de lo que le pide Ancelotti. De una u otra manera, el Real Madrid salió victorioso, por segunda vez en tres semanas, de su visita a Cornellà, y dio un paso adelante para seguir muy vivo en la Copa del Rey.

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