ESPECIAL ANCELOTTI:CARLO,EL GANADOR SILENCIOSO

Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista

Carlo Ancelotti inició su carrera en los banquillos a la sombra de su mentor, Arrigo Sacchi. También recogió influencias de Nils Liedholm, su técnico durante su exitoso ciclo en la Roma, pero fue Sacchi quien le convenció que podía pasar de ser sus ojos en el campo a diseñar sus propios planes maestros.

Tras ser ayudante de Sacchi en el Mundial de 1994, su primer equipo fue la Reggiana, a la que ascendió a la Serie A. Siguió haciéndose un nombre en el adinerado Parma de mediados de los 90, al que metió en la Liga de Campeones. Pasó luego a la Juventus, donde firmó una etapa de dos años sin títulos pero en la que trabó una firme amistad con Zinedine Zidane, el que será su segundo en Madrid.

Al igual que durante su etapa como jugador, sus grandes éxitos le llegaron como empleado del Milan. De ‘rossonero’ conquistó dos nuevas Ligas de Campeones, ante la Juventus (2003) y Liverpool (2007), después de sufrir, precisamente ante los ‘reds’, la remontada más increíble en la historia de la competición, en la final de Estambul en 2005, frente al Liverpool de un jovencísimo Xabi Alonso y dirigido por Rafa Benítez.

Ancelotti, un técnico siempre discreto -eludió con elegancia las críticas hacia su visión del fútbol incluso de su propio patrón, Silvio Berlusconi-, puso fin a su etapa en el Milan en mayo de 2009, tras añadir a su colección una Scudetto, una Coppa y un Mundial de clubes. Un día después, el 1 de junio, era anunciado como nuevo técnico del Chelsea, sustituyendo a Avram Grant. Florentino Pérez intentó hasta el final el fichaje del italiano para hacerse cargo de su segundo megaproyecto (Cristiano, Kaká, Benzema…), pero Abramovic le ganó por la mano.

En su primer año ganó la Premier, pero cayó en Champions ante el Inter de Mourinho. En su siguiente temporada, topó con el Manchester United tanto en Champions (cruce de cuartos para los ‘red devils’) como en Premier, que también fue a parar a Old Trafford. El 22 de mayo de 2011, tras una derrota ante el Everton en Goodison, era destituido.

Pero no tardó demasiado en encontrar un nuevo acomodo. El PSG le eligió para devolver al club de la capital a la elite del fútbol francés, lo que ha logrado en su segunda temporada tras ceder la Ligue 1 en la primera ante el modesto Montpellier. Pero este año no hubo rival para los Ibrahimovic, Thiago Silva, Verratti y compañía, aunque en Champions los cuartos (Barcelona) volvieron a ser su barrera. Un límite que, como siempre sin alzar la voz, debería ser capaz de volver a superar dirigiendo al Real Madrid.

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