El Real Madrid campeón de la fase regular tras liquidar al Barça en el Palacio (78-65)

La crónica: realmadrid.com.

El Clásico se quedó en casa. En un Palacio de los Deportes repleto y entregado, los blancos, con un importante arreón final, consiguieron vencer al Barcelona Regal y asegurar matemáticamente el primer puesto de la Liga Regular. A pesar de haber mantenido la igualdad en el electrónico durante todo el partido, los buenos minutos finales de Rudy y Sergio Rodríguez rompieron el partido (78-65). Impresionante Felipe Reyes, el hombre más determinante del encuentro, en el que anotó 19 puntos, capturó 8 rebotes y obtuvo 25 de valoración en 17 minutos. Y un dato importante: el absoluto dominio del rebote ofensivo (18 frente a 9 de Barcelona). Este Clásico no ha sido más que el aperitivo de la semifinal de Londres.

Cinco habitual y de gala. Cinco para ganar el Clásico. El Real Madrid salió con todo. Pero a pesar de ello no pudo evitar un parcial 0-5 de inicio, propiciado por la buena defensa de los de Pascual y por el acierto de Ingles. Los blancos reaccionaron, pero no lo suficiente. Ingles seguía haciendo daño en anotación y se convertía en el máximo anotador de su equipo en este primer cuarto, en el que sólo sumaron puntos él y Lorbek. Pero quizá quién marcó los malos minutos del Madrid fue Marcelinho, que supo cómo maniatar a Llull hasta un arreón final. Tras unos primeros compases muy trabados y de escaso acierto, Laso se vio forzado a pedir tiempo muerto. Y, nuevamente, supo cómo espolear a los suyos. Del 6-11 pasaron al 13-12 del final de este acto, en el que dominaron las defensas y los ataques no fueron especialmente lúcidos.

Con Sergio Rodríguez en cancha, el juego ganó en dinamismo. Y con Reyes poniéndose el equipo a las espaldas, el Madrid logró su mejor rédito 21-14. Un parcial 13-2 se vio cortado de raíz por Oleson, que anotó un triple justo cuando su equipo más lo necesitaba. A pesar de la baja anotación, el Madrid parecía carburar mejor. Y cuando no estaba uno, estaba otro. A Reyes, que fue el que marcó la diferencia en esta primera parte, con 9 puntos y 4 rebotes, le sustituyó en anotación Mirza Begic, que supo cómo hacer daño en el interior, y con 8 puntos se convertía junto con Reyes (9) y Llull (8, dos triples) en uno de los máximos anotadores. Además, el pívot esloveno estuvo especialmente agresivo en ataque, donde acumuló 5 de los 10 rebotes ofensivos que llevaban los blancos, aspecto en el que fueron superiores a un Barcelona Regal que sí que supo cómo frenar el ataque alegre de los blancos, pero que no lograba imponerse en su juego interior, una de sus principales armas.

Mirotic tomó el relevo y se dispuso a mover el marcador blanco. El ala-pívot, especialmente activo en el rebote, anotó los cinco primeros puntos de su equipo en este tercer acto. Nuevamente era Ingles, que había estado muy activo al principio del partido, el que hacía más daño en anotación. A él se sumó Oleson, que con un triple, conseguía rebajar la distancia a +1 (43-42). Slaugther, siempre aportando en defensa, se sumó al carro de la anotación y protagonizó algunas de las jugadas más espectaculares de este tercer cuarto. La primera, en sincronización con Mirotic, que le puso un balón elevado para que lo hundiera. Y la mejor, en conexión con el Chacho, con el que se entiende a la perfección. Un alley oop espectacular. Al final, y tras un plus más de intensidad en cancha, las cosas seguían muy parejas. 50-47 y todo por decidir en los últimos diez minutos de partido.

El Barcelona comenzó más agresivo y logró ponerse por delante. Nuevamente fue Reyes el que, mostrando galones, intentaba desatascar el encuentro y con cuatro puntos lograba cortar la racha de los azulgranas. Pero a pesar de los intentos de ruptura, la igualdad seguía dominando en el marcador, pues a las constantes acciones de uno le continuaban reacciones de los otros. A falta de cinco minutos, un triple de Ingles ponía el empate a 58. Pero El Chacho le contestaba con la misma medicina. Al final, y con un excelente trabajo de equipo y un Rudy muy activo en el último tramo, los blancos se fueron en el marcador y pusieron la máxima ventaja, que sentenciaba, a pesar de la igualdad con la que habían llegado al último acto. Al final 78-65; un Clásico que se quedó en casa y que es aperitivo de lo que se puede ver en Londres el próximo 10 de mayo.