El partido ante el Roma fue una demostración del potencial ofensivo blanco

Redacción: Álvaro Quetglas/ La tribuna madridista

El Real Madrid comenzó su andadura en la Champions League y no pudo hacerlo de mejor manera. El conjunto blanco venció con autoridad a los italianos, 3-0, y pudieron ser muchos más. El equipo de Lopetegui dio una exhibición de su recital ofensivo, por momentos parecía que el campo estaba inclinado en una sola dirección.

El diario MARCA señala que el equipo del Santiago Bernabéu remató en 30 ocasiones- 11 acabaron entre los tres palos-, y completó la friolera de 639 pases. En los primeros veinte minutos de partido, los de Lopetegui fueron capaces de acumular hasta ocho claras ocasiones de gol. Además, con el de ayer, ya son 13 las temporadas consecutivas en que el Real Madrid consigue la victoria en su primer choque de la fase de grupos de la Champions.

Por otro lado, aunque destacaron prácticamente todos los jugadores del equipo blanco, fueron Isco, Bale y Modric los que hicieron un fenomenal partido. El malagueño anotó el primer gol del choque con un golazo de falta extraordinario que, además, fue de esos conocidos en el mundo del fútbol como “psicológicos”, pues se produjo al filo del descanso. Por otro lado, Bale siguió demostrando el excelente estado de forma con el que ha comenzado la temporada. Su gol en carrera es una muestra clara de que el galés, con espacio para correr, es uno de los más determinantes del mundo. Y, por último, Luka Modric merece mención aparte. El croata dio una clase magistral de fútbol control, de saber decidir qué es lo mejor para el equipo en cada momento. El croata es muy bueno, pero quizás uno de los aspectos más destacados de él es que hace mejores a los que le rodean.

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