EL CLÁSICO:SI JUEGA BALE,PELIGRA EL PUESTO PARA BENZEMA

Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista

Quedan 16 días y 16 noches pero el Clásico del día 26 ya se juega. Sobre todo en el Bernabéu. Los cinco puntos de desventaja con el Barcelona presentan el partido del Camp Nou como una auténtica final y en el Real Madrid todos son conscientes de la situación, aunque por medio haya un partido de Liga contra el Málaga (19-10) y otro de Champions contra la Juventus (23-10).

Ese duelo puede y debe marcar un antes y un después en el devenir blanco esta temporada en cuanto a la Liga se refiere. Presente está el precedente de la temporada pasada. Los de Mourinho llegaron al Camp Nou, en la jornada séptima, a ocho puntos del Barça. Empataron y mantuvieron la distancia.

En ésta, llegan en la décima y si no hay sorpresas en la novena llegarán a cinco puntos. Si pierden saldrán a ocho, idéntica diferencia que entonces. El horizonte obliga a los blancos a no perder el Clásico. El empate sería su mal menor.

Los centrales: Pepe o Ramos 
Todas estas cuentas palpitan en el corazón del vestuario madridista y Ancelotti no sólo no es ajeno a ello sino que tiene asimilado que para ese desafío tiene que llegar con las ideas bien definidas y el once que presente deberá ser el mejor y el que, en teoría, se convierta en el equipo-tipo para el resto de temporada.

El objetivo para ese día 26 es recuperar a dos jugadores: Xabi y Bale. Y para entonces también el técnico debería tener resuelto el dilema entre Sergio Ramos y Pepe, en el centro de la defensa. La candidatura de Varane parece firme y, en forma, se antoja indiscutible.

Ancelotti puede alargar, como mucho, esta disyuntiva hasta el Camp Nou. Más tiempo estaría mal visto. Hasta ahora ha tirado de la doctrina salomónica en los dos partidos que el francés ha sido titular. Pepe jugó contra el Copenhague y Sergio, contra el Levante. Podría hacer lo mismo contra el Málaga y la Juve, pero ante el Barça se la tendría que jugar de forma definitiva.

Juega Xabi… 
Si el de Tolosa está para jugar con un alto porcentaje de garantía, sería titular en Barcelona, lo que marcaría el paso en la formación del centro del campo. Las variantes que se abren con su presencia son principalmente dos, aunque sus acompañantes podrían ser hasta cinco jugadores distintos, dependiendo de cómo el entrenador quiera afrontar el partido.

Si Ancelotti apuesta por el doble mediocentro, Xabi-Illarra, Xabi-Khedira, la disposición táctica podría ser indistintamente: 1-4-2-3-1 o 1-4-2-2-2. Si se decide por Alonso como único volante central con dos interiores a sus costados (1-4-3-3) —su planteamiento de los dos últimos encuentros— entran en escena Illarra, Khedira, Modric, Isco, e incluso, Di María.

Juega Bale…
Salvo contratiempos, el galés tiene que ser titular sí o sí en el Camp Nou. Su presencia ofrece tantas alternativas en la línea de ataque como la de Xabi en la de centrocampistas. A día de hoy, con dos partidos por disputar, si Bale juega, lo más normal es que Benzema salte del once inicial. Hablan las estadísticas y, sobre todo, el rendimiento de los competidores directos por la plaza que queda libre. A Cristiano ni se le cuestiona. Isco (5 goles y dos pases de gol) y Di María (2/4) han contraído más méritos para mantener el puesto que el francés.

El abanico de posibilidades para formar el ataque es amplio y variado, pero muchas opciones pasan por que Bale y Cristiano sean las dos referencias ofensivas, repartiéndose con libertad de movimientos el frente del ataque. Sería algo inédito si no se puede probar antes porque el galés no esté en plenitud, pero es una variante coherente y más en ese partido donde el Barça va a ser, en teoría, el dueño de la posesión y el Madrid va a tener espacios para correr.

Morata pierde espacio
Por detrás, crujen las opciones: Isco o Di María, como falso delantero centro, incrustados en la línea del centro del campo e incluso los dos juntos, que plantearía una versión superofensiva, en la que Modric sería entonces el sacrificado.

Por alternativas, Ancelotti no se puede quejar. Las más razonables están expuestas, pero siempre quedaría el recurso de Morata o de Jesé —casi descartado el de Casemiro—. Siendo realistas, con Bale sano, el tanto por ciento de probabilidades de jugar de los dos delanteros canteranos se reduce considerablemente. Algo que el aficionado, ahora entregado a la causa, debería comenzar a tener en cuenta.

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